Aprender a vivir el presente con las experiencias del pasado
- wandageorginapimen
- 24 jun 2020
- 1 Min. de lectura
En un momento de melancolía, recordaba quienes estaban ahí para mi y hoy en día no se su paradero. Sonreí al notar que en el fondo estaba agradecida, porque los momentos maravillosos y tristes, marcaron mi vida, convirtiéndome en el gran ser que hoy soy.
¿Algunas vez te haz preguntado al rededor de cuantas personas conociste y hoy en día ya no hablan?
Pasamos nuestra vida chocando con extraños que poco a poco se van convirtiendo en seres importantes y que terminan dejando huellas, con una fuerte añoranza.
No todos pueden cargar con nuestra personalidad y viceversa, pero es un placer que aparezcan en nuestra vida, sin importar la etapa en que vivamos, siempre dejan algo, que puede ser valioso, inolvidable o triste, convirtiéndose en algo reflexivo.
Es difícil no acostumbrarse a una persona, pero no imposible dejarla ir. Es importante que entendamos que la gente no es eterna y lo imprescindible que es vivir cada momento como si fuese el último. Pensar en los posibles finales, no permite que disfrutemos lo que ya tenemos, solo podría hacer que lo perdamos antes de tiempo.
Lo que hoy no está en tu vida es porque no debe, así que guarda esa imborrable experiencia porque el uso que le darás mañana, puede sorprenderte.
Las experiencias son una de las grandes claves del aprendizaje.
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